Nuestro bienestar depende de muchos factores. Conocemos muchos de ellos, pero quizás haya otros a los que no hayamos prestado la atención necesaria o de los que ignoremos la importancia. Debemos pensar que todo está conectado; por ejemplo, la flora juega un papel importante en nuestra salud y también en nuestro bienestar emocional. Por eso, hoy queremos hablarte de ella.
Su nombre ya nos da una indicación clave: “flora” no es una entidad, sino todo un ecosistema. Pensá que en cada uno de nosotros pueden encontrarse hasta 100.000 millones de microorganismos, y el 95% de ellos habitan en el aparato digestivo. Quizás oiste la frase “tenemos 10 veces más células bacterianas que células humanas en nuestro organismo”. No hay nada de lo que preocuparse, claro: muchos de ellos son no ya beneficiosos para tu salud, sino absolutamente imprescindibles. De hecho, la flora empieza a constituirse inmediatamente, en las 48 horas posteriores al nacimiento, evolucionando en función de la alimentación del bebé. A los 2 años, su composición es prácticamente la definitiva.
Dijimos que hay microorganismos imprescindibles para tu salud. ¿Por qué? Estos son algunos de los beneficios que aportan a tu organismo:
Recordá lo que hemos dicho anteriormente: todo está conectado. El sistema digestivo, el cerebro y el sistema inmune interactúan continua y profundamente. Por ejemplo, el 90% de la serotonina, hormona decisiva en tu sensación de felicidad y bienestar, la producimos en el intestino, donde también residen entre el 60 y el 70% de tus defensas. Todo lo importante es siempre delicado: por eso es necesario cuidar tu flora. Hay muchos factores que pueden alterarla, como la contaminación, el estrés, las deficiencias nutricionales… Modificaciones que, a su vez, pueden potenciar y complicar diversos problemas de salud, incluso algunos aparentemente ajenos a la flora, como el estrés.
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